Me llamo Patxi, tengo 42 años y me diagnosticaron Fibrosis Quística a los 9 años. De pequeño no me dejaban prácticamente moverme y cuidaba al máximo mis esfuerzos. Mi capacidad pulmonar fue mermando hasta que subir escaleras sin sofocarme era imposible. Tosía cada 20 segundos y era imposible llevar una vida normal.
En el verano del 2000 la situación era tan insostenible que la médico que llevaba mi caso se plantó. Yo tenía sólo el 20% de capacidad pulmonar. Le pedí que me dejara vivir mis últimos San Fermines y luego me operaría.
Tenía mucho miedo porque conocía varios casos de personas que perdieron la vida en la operación y de otros que fallecieron incluso antes de operarse. Pero el 7 de enero de 2001 me trasplantaron los pulmones en el Hospital La Fe de Valencia y fue como volver a nacer.
Ahora soy un enamorado de los deportes de riesgo. He cruzado el desierto en moto, corro medios maratones, hago bicicleta, snowboard… y me encanta el alpinismo, he subido montañas de 6.000 metros de altura. Ahora sé que no existen cotas inalcanzables.